Como uno de los
miembros de esta nueva generación de bolsilibros, resulta un gusto
personal el poder conocer la obra de los grandes maestros que nos han precedido
y que realizando esfuerzos verdaderamente titánicos lograron crear un legado de
enorme riqueza. Por desgracia, tanto el tiempo como el espacio han jugado en
nuestra contra y muchas de esas obras bolsilibrescas se han perdido o nunca han
podido cruzar el océano y llegar hasta nosotros.
2014
está resultando un año muy importante e interesante para el pulp (o neopulp, de
acuerdo al maestro Lem Ryan). No es que antes el género que no es género se
encontrase fuera de escena, me consta que ya antes de esta fecha varios autores
y editores, pienso en Alberto López Aroca y la gente de Dlorean por ejemplo, mantenían
encendida la llama desde su particular trinchera. No obstante, este año ha
significado un verdadero estallido de propuestas y obras de marcado carácter pulp
que han colocado a éste no género en primera línea.
Corriendo
el riesgo de ser un tanto injusto, de entre todas las obras y proyectos que han
visto la luz recientemente, sólo hablaré en esta ocasión de la vertiente
bolsilibresca de este «bum pulpero». Para los entendidos en el tema, auténticos
arqueólogos de librerías de viejo y mercadillos de segunda mano, cuyo entusiasmo
es tan increíble como inspirador, nombres como Ralph Barby, Lem Ryan, Curtis
Garland o Silver Kane, constituyen la cima del panteón de la literatura de a
duro, grandes autores que poco a poco han sido rescatados, conocidos y
reconocidos gracias al impagable esfuerzo de estos arqueólogos del pulp en
formato de bolsillo.
En
una oportunidad futura espero poder hablarles de las reediciones que la
editorial Dlorean ha hecho de la obra de Lem Ryan, pero en esta ocasión quiero
exponerles mis impresiones respecto al regalazo que ediciones Darkland nos ha
hecho al sacar nuevamente a la luz dos de los bolsilibros clásicos imprescindibles: El fantasma de Baker Street de Curtis
Garland y Rancho Drácula de Silver
Kane.
La
reseña de la obra de Garland me la reservaré para otro espacio una vez que
concluya su lectura (que estoy disfrutando bastante, tengo que admitir), así
que entremos ya sin dilación al único rancho en toda la unión americana que
tuvo el honor de tener entre sus muros el verdadero ataúd del vampiro más emblemático
de la literatura.
La
premisa del bolsilibro de Kane, de extensión más larga que la estándar para ese
tipo de entregas, es tal cual la he mencionado ya, la adquisición por parte de
un rico minero de una reliquia del Conde Drácula, nada menos que el ataúd que
albergó su cuerpo no muerto. Esta extravagante adquisición y su traslado a un
apartado rancho van a desencadenar una peculiar serie de eventos, en los que
los protagonistas se verán inmersos sin remedio.
Página
a página vemos cómo alrededor de Rancho
Drácula y su extraña reliquia se desata la ambición, la venganza, la
maledicencia, la lealtad y el honor. Todo ello siempre bajo la sombra del
vampiro, el cual parece en todo momento estar a punto de entrar en escena para
hacer lo mejor que sabe hacer.
Rancho Drácula es la primera obra de Silver Kane que tengo oportunidad
de leer y esta basta y sobra para reconocerle su calidad como narrador, pues
demuestra ser muy hábil no sólo en la recreación de escenarios, haciendo que el
lector realmente se ubique en la época y escenarios, sino también en el
despliegue y desarrollo de personajes, auténticos hombres y mujeres del viejo
oeste con virtudes y defectos y una ambivalencia que provoca con muy buen tino
el que el lector no sepa muy bien siempre por dónde vendrán los tiros.
No
soy, y creo que nunca lo he sido, muy aficionado al western clásico, esto es, a
historias en las que el bueno (o buenos) se enfrentan al malo (o malos) en un duelo
con revólveres, el cual por lo general termina con el héroe cabalgando hacia el
horizonte con el sol ocultándose como telón de fondo. Sin embargo, y por
extraño que esto parezca, la variante del Weird West sí que me gusta. Será porque
disfruto de los anacronismos y de las bestias y seres mitológicos en un entorno
y época que no les corresponde pero que sin duda les ajustan muy bien. Ejemplos
cinematográficos de esta vertiente del western hay varios, algunos que me
vienen a la mente en este momento son: Wild
wild west (1999), Rango (2011) Tremors IV (2004) o Volver al futuro III (1990). En el terreno literario nos
encontramos con obras como: La rata
gigante en el oeste y Cuatreros de Venus, ambos del mitógrafo creativo
Alberto López Aroca, a quien volveré más adelante: así como Cazadores de vampiros de Lem Ryan o Reward, de mi hermano de letras Paulo
César Ramírez, cuya lectura tengo pendiente.
¿Vale
esto para decir que Rancho Drácula es
un bolsilibro de temática Weird West? Bien, dado que nos encontramos ante una
obra tan peculiar como su misma trama, me temo que el colocar o no dicha
etiqueta a los acontecimientos que suceden en la obra podría revelar más de lo
que es prudente decir respecto a ella. Por lo que dejo al lector el decidir la cuestión.
Eso claro suponiendo que le resulte necesario, pues más allá de ello, Rancho Drácula es una novela que vale, y
mucho, por sí misma.
El
bolsilibro viene acompañado por un prólogo/estudio introductorio muy ilustrativo
escrito por el ya mencionado López Aroca, el cual es una magnífica carta de
presentación de la obra que antecede. Finalmente, Rancho Drácula viene coronada por una muy buena portada en tonos
negros y rojizos y un puñado de ilustraciones que retratan momentos puntuales
de la trama, todas ellas obra de Juanma Cañada Aguilera, ilustrador de mucho
talento que ha resultado una grata sorpresa conocer. Y todo ello por un precio de
diez euros, lo que una vez más viene a demostrarnos que lo bueno no tiene por
qué ser necesariamente costoso.
Me
gustaría terminar diciendo que todo es perfecto con esta edición y que uno disfrutará
enormemente su lectura. Y aunque es cierto que leer Racho Drácula es un auténtico placer, tengo que señalar ciertos fallos
en el texto que lo empañan un poco: la ausencia de algunos acentos y signos de
puntuación, una sangría algo larga, guiones de dialogo mal colocados, algún
punto después de un signo de interrogación y detalles similares, que aunque no
entorpecen la lectura, le restan algo de mérito a lo que por otra parte es una
edición muy bella de una gran bolsilibro. Esperemos que en una reedición
posterior estos detalles se pulan, pues la obra lo merece.
Características
Título: Rancho
Drácula
Autor(es): Silver
Kane (Francisco Gonzáles Ledesma)
Tema: Bolsilibro
Editorial: Darkland
Edición: Primera,
rustica
Año: 2014
ISBN:
978-84-942819-0-7
Páginas: 191
Precio: 10€
Lo mejor
Buenos personajes y
un buen, aunque mañoso, argumento que explica muy bien el por qué los
entendidos piensan que Rancho Drácula
es una de las grandes obras del pulp bolsilibresco. Su portada y las
ilustraciones interiores.
Lo peor
Errores de
corrección y ortografía a lo largo del texto, una tendencia que parece
extenderse últimamente y que en modo alguno se puede justificar.
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